"Si un proyecto pretende salirse del fatalismo conservador, entonces es violentista, subversivo, inaceptable. O se le doma o se le corrompe o se le apresa. A Humala lo domaron corrompiendo su esencia y atemorizándolo. Al alcalde de Espinar lo han apresado", escribió en su columna Matices, del semanario 'Hildebrandt en sus trece'.
El hombre de prensa escribió que al presidente regional cajamarquino también le quieren encarcelar sólo porque recordó el camino que siguieron tres presidentes ecuatorianos y uno boliviano que se burlaron de sus electorados.
Criticó duramente al gobierno por utilizar métodos fujimoristas en las protestas sociales. "Fujimori está preso pero este gobierno, al imitar sus nortes y sus métodos, le está rindiendo el mayor de sus homenajes. La derecha perdió las elecciones pero continúa en el poder. Con más insolencia y voceríos que nunca", enfatizó.
Finalmente, comentó que el problema de Cajamarca no es si Conga va o no va. Es saber si el país del interior va a aceptar que el primer mandatario elegido por sus mayorías haga lo contrario de lo que prometió sin siquiera dar explicaciones.
"El primer golpista del Perú no es aquel dirigente cajamarquino que ha recordado desenlaces traumáticos en países vecinos y amigos. El primer golpista del Perú es quien, deshonrando compromisos adquiridos libremente, desacredita el concepto mismo de la democracia",* puntualizó.
